Red concertada y libertad de elección

Ciudadanos apoya la continuidad del proyecto educativo de la congregación de las Hijas de la Caridad en el Colegio de La Milagrosa de Barakaldo, que representa un modelo de atención a la diversidad en la red concertada.

Hemos mantenido conversaciones con la Dirección y el AMPA del centro, la Fundación Miranda, las Hijas de la Caridad y Kristau Eskola, a fin de obtener información de primera mano sobre la situación.

Las conclusiones dejan clara la imprevisión de las instituciones en un asunto que lleva años incubándose. Ni la Iglesia, ni la Fundación Miranda, el Ayuntamiento de Barakaldo, el Gobierno Vasco o entidades como Kutxabank, en las que tienen presencia los partidos políticos actualmente en las instituciones, han sido capaces de cooperar para solucionar la necesidad de un espacio para este colegio. Una solución que podría partir de fórmulas de financiación para unas nuevas instalaciones, con un proceso de transición y prórroga provisional del actual contrato a un precio asequible , sin necesidad de comprometer indebidamente recursos públicos.

Ciudadanos defiende la variedad en la oferta educativa, imprescindible para que exista libertad educativa, y la pervivencia del modelo bilingüe. No se le escapa a nadie que el cierre de La Milagrosa obligará a que la gran mayoría de sus alumnos, actualmente en modelo B español/euskera, pasen a la red pública bajo Modelo D en euskera. Las plazas en Modelo B se reducen cada año, no tanto por falta de demanda, sino por la reducción sistemática de la oferta.

Por otra parte, hasta ahora era posible que los hijos de familias sin recursos estudiaran en centros concertados con cuotas reducidas como la Milagrosa y Ciudadanos desea que estos centros se mantengan abiertos a la diversidad. La enseñanza pública y la concertada, deben ser opciones asequibles e integradoras, con independencia de la capacidad económica de las familias, de su origen o las necesidades especiales del alumnado.

La realidad es que, a día de hoy, el Departamento de Educación sigue sin ser capaz de ofrecer una solución a los alumnos de La Milagrosa, que ignoran dónde estudiarán el próximo curso. Su única propuesta ha sido repartirlos entre unos centros públicos que no están preparados para acomodarlos. Mientras, los trabajadores del centro se ven en la calle.

Esperamos que nuestros dirigentes tomen conciencia de la importancia de esta cuestión y busquen soluciones urgentes para que el proyecto de La Milagrosa pueda disponer de unas instalaciones adecuadas donde poder continuar con la excelente labor que realizan desde hace décadas, y que hoy nos parece más necesaria que nunca.